Si no lo sabes, la calidad de tus pensamientos influyen directamente en tu estado de animo. Es un hecho. Tanto si es bueno como malo, y en la duración de estos, repercutirán directamente en tu bien estar. Bien sea de un recuerdo o bien de uno de tu futuro. Estos, te provocaran esperanza, alegría, sosiego o si son malos, te provocaran tristeza, miedo, dudas…De ahí en función del tiempo que dediques a estos pensamientos, surgirán obviamente emociones. ¿Pero, realmente, sabes el tiempo que les dedicas? ¿Eres consciente de estos?
Es importante darte cuenta porque cuando surgen, estas ausente, estas divagando. Tienes que saber que cuanto mas sean repetitivos, mas les vas a dar vueltas, mas preocupado te vas a sentir en caso de que sean negativos y con el tiempo, se pueden tornar en síntomas depresivos, angustiosos y estados neuróticos. Es una realidad. La gran mayoría de los trastornos mentales por no decir todos, vienen relacionados por nuestros pensamientos. Recuerdalo. De ahí a que te proponga este ejercicio metafórico donde, sera necesario ponerlo a la practica una y otra vez hasta dominarlo. El aprender a respirar adecuadamente también sera de gran ayuda para relajar la mente trabajar tu proceso de aprendizaje.
Tendrás que aplicar:
Cuando escuches esa voz, veas ese pensamiento que pasa por tu mente, toma conciencia de este, y hazlo de manera imparcial. Es decir, no juzgues ni condenes lo que oyes y piensas. Sencillamente, déjalo pasar. Sé testigo de él. NO «vivas» con él.
Tienes que saber que cuanto mas tiempo pases enfocándote en un pensamiento, mas tiempo estarás despistado, desconectado, desconcentrado y ausente de la realidad. Recuerda, ya de montarte una película con tus pensamientos, que sea la tuya propia y de elegir como cuando vas al cine o veas una en la televisión, que sea una divertida, jovial, positiva y que te haga sentirte bien y así tener un buen día.
Pero tampoco no pases demasiado tiempo en pensar en cosas buenas. La vida es ahora!
Deja un comentario