Se trata de una sensación bastante normal y corriente entre las personas, o sea, no es algo que difícilmente se experimente ni mucho menos, todo lo contrario, normalmente nos asombramos con diversas cuestiones.
Si vemos a una persona tremendamente alta nos asombraremos; si nuestra hermana que odia limpiar, de pronto nos limpia toda la casa y la deja reluciente nos causará flor de asombro; si un equipo de fútbol iba perdiendo 4 a 0 y remonta el resultado con un 5 a 4, sentiremos gran asombro también.
En el asombro hay siempre un elemento positivo de plegaria. Gilbert Keith Chesterton
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