Sin embargo en Europa y en toda América Latina, la técnica de rozar o tocar el antebrazo provoca una reacción directa y positiva en el estado de ánimo del que la recibe. Este simple gesto influirá directamente en el receptor, en su comportamiento, y así se irá creando un clima de confianza, de apertura y de buena disposición. Amigo, este acto no cerrará la Venta del vendedor pero sí fomentará una relación de cariño con el sujeto. Es una muestra afectuosa, de calidez humana y exenta de simbología sexual. Recuerda que es un estímulo que complementa a las demás técnicas de Venta.
Situación: Venta de un producto o servicio.
Conducía yo el coche. Iba con mi jefe después de perder a un cliente, unos meses antes de las vacaciones, y en aquella ocasión, me atreví a poner en práctica este simple gesto. Le pedí a mi jefe unos días de reposo fuera de las fechas que me correspondían. Aproveché el simple hecho de coger un chicle que había cerca de la palanca de cambios de marcha; al mismo tiempo que le pedía esos días de descanso, le acaricié levemente y de forma intencionada el antebrazo para obtener mi propósito. ¿Fue una coincidencia?
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