Lo primero está en reconocer que estamos estancados. Paso número 1 y fundamental.
Sí. Todos nosotros nos hemos encontrado alguna vez en esa situación donde, uno ya no sabe cómo y qué hacer. Ese momento de inspiración, esa sensación de que algo no estamos haciendo, que algo no va bien, que estamos fallando. Los resultados no están acordes a nuestra labor y trabajo…
¿Pero cómo reinventarme? ¿Reconvertirme? ¿Qué nueva estrategia emplear? ¿Qué coño puedo hacer más?
Estamos en ese punto, en esos largos instantes; como en el ajedrez, donde cuesta tanto realizar la próxima jugada para no provocar el jaque mate… ¿Cuál va a ser mi próximo movimiento? ¿Dónde está esa inspiración divina? ¿Porque tarda tanto me cachis?
Entiendo. Es una situación delicada, inclusive preocupante, donde cree uno que lo ha intentado todo… Y seguimos viendo como nuestra competencia sigue para adelante, inclusive nos adelanta y nos pierde de vista. Que frustración puffff
Es hora de encontrar a alguien que nos guié. Llamarle coach, mentor, familiar, experto para que te enseñe a ver las cosas de otra manera, desde otra óptica, otra perspectiva e iniciar tu re conversión. Y sino, seguramente encuentres las respuestas en un libro, en un programa, en una reunión inclusive, en una charla con amigos… La inspiración viene por si sola y cuando menos uno lo espera. Evidentemente, el querer encontrar la solución será el precursor de que llegue.
Posiblemente, debas de volver a empezar de “cero”. Re formular tu oferta, tus temáticas, tu estrategia comercial, como hacer llegar a más y mejor tu mensaje de venta a los clientes potenciales.
Recuerda estas 3 palabras que debes, deberán de perseguir tu fuerza de venta:
Crecimiento – Resultados – Rentabilidad
Deja una respuesta