Eres como respiras.
A menor entrada de aire y cuando sucede esto, empiezan a desencadenarse unos pensamientos. Metafóricamente hablando, como una avalancha.
Seguidamente, aparecerán las lógicas emociones. Es decir de que en la calidad de como respiramos y en la naturaleza de nuestros pensamientos surgirán las sucesivas emociones. Cosa que, estos últimos afectaran DIRECTAMENTE a la calidad de nuestra respiración, pulso y en nuestra capacidad de atención, de concentración. Fijaros detenidamente cuando estamos enojados, eufóricos, tristes… ¿Cómo se respira? ¿Y qué pasa cuando uno empieza a respirar “profundamente”? Todo el sistema se apacigua. ¿Verdad?
Como veréis, es donde empieza todo el proceso que os podéis imaginar: Si los pensamientos son de mala calidad, desencadenara stress, angustia, depresión, obsesiones…Ojo, evidentemente de que pueden ser buenas. De ahí, a que sea imperioso dominar este proceso desde el comienzo para una mejor calidad de vida.
Y una vez y solamente habremos dominado este “arte” ya podemos pasar a otro nivel que es ser consciente de lo que nos pasa, el porque, el como… y así, aprender a dejar pasar los pensamientos, sin juzgarlos, ni demorarse uno en estos para no perder atención, concentración y evidentemente, vitalidad. Una cosa va con la otra. Evidentemente
Escribí un post hace ya un tiempo con respecto al control emocional y como dominarlo.
Pensamientos, no me llevareis a donde queráis porque cuento con esto:
Deja una respuesta