Cuando realmente te propones algo, tu suerte enseguida cambia. Es alucinante.
El recapacitar, situarte en el momento en que te encuentras, reflexionar el porque quieres cambiar, decidir el nuevo rumbo, quererlo realmente, siendo paciente e teniendo fe es cuando; por arte de magia, aparecen las primeras señales.
No me preguntes el porque ya que no sabría decirte. Es la vida misma!
Y cuando te pasa eso, vuelves a recuperar confianza en ti mismo, ilusión, y un nuevo empuje para seguir adelante con tus sueños.
Hoy, aunque sea una mínima señal que percibí, ya mi suerte acaba de cambiar.
Gracias Vida.
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