Que si la felicidad se compra, que si el dinero ayuda, que si la felicidad es una utopía, que yo no me merezco tenerla, que si hay que seguir unas pautas específicas, que si la felicidad está al alcance de muy pocos privilegiados, que está en los genes… y tantas frases que se lanzan por las redes y en nuestro cotidiano… ¿creo que ya, con tantas mágicas frases, uno ya hace tiempo que debería de serlo no crees?
Hace tiempo leí que la felicidad es estacional…No. Que error tan garrafal. La felicidad no entiende de estaciones, de dinero, de problemas, de trabajo, de perdidas, de ganancias…Recuerda, la felicidad es una actitud.
La llave esta en decidir cuales creencias te ayudan a ser feliz y las que nos minan la moral! Hay que aprender a zanjar y quedarse uno con las que nos hacen de bien.
No hay unas creencias universales. Son las que te hacen sentirte bien, las que te motivan, las que te empujan a seguir tras tus sueños. Inclusive puedes y deberías inventártelas. Mientras estas te ayuden a conservar el afán de serlo TODO es bueno.
El realizar actividades que te llenen el alma, el corazón, hacer deporte, amar, conocerse a si mismo, tener metas y sueños, aprender a ser positivo, optimista, ser agradecido, ayudar al prójimo, a aceptar la vida tal como es y afrontarla…creo que son suficientes alicientes que te ayudaran a sentirte bien contigo mismo e indudablemente, con lo que te rodea.
La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días. Benjamin Franklin
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